Luego de la puesta en circulación de Moneyball, los equipos han intentado continuar los pasos de Billy Beane al tratar de explotar nuevas ineficiencias en el juego que le permitan alcanzar cierta ventaja competitiva frente a sus adversarios al igual que lo hiciera Beane con los Atléticos de Oakland de comienzos de siglo. El término «ineficiencia» en el contexto del béisbol podrÃa explicarse como el manejo deficiente de recursos o el uso incorrecto de información en cuanto a la conformación de un equipo o la aplicación de estrategias en el terreno de juego. De igual forma existe ineficiencia en el béisbol cuando uno o varios equipos no cuentan con información relevante que ya ha sido recabada y puesta en práctica por uno o varios de sus competidores. Este desequilibrio de información es lo que da lugar a que existan ineficiencias en el juego que puedan ser explotadas por algunos equipos sin recurrir al derroche de capital para alcanzar el objetivo de ganar más partidos.
Es por esto que no es de sorprender que un escritor con experiencia en el área de los negocios y amante de las ineficiencias en los mercados como lo es Michael Lewis, se decidiera a contar la historia de cómo Billy Beane logró conformar un equipo competitivo por una cuarta parte de la nómina del equipo más caro de la época.
Pero a pesar de la sapiencia demostrada por Beane, todavÃa algunos se atreven a descartar lo realizado por éste y por los analistas sabermétricos, basándose en el hecho de que los Atléticos no han podido alcanzar una postemporada desde el año 2006. Pero lo que los detractores de Beane y de la sabermetrÃa osan obviar es el hecho de que la liga se ha tornado esencialmente analÃtica y de que la razón de por qué Beane no tiene aquella ventaja abismal es porque prácticamente todo los equipos hacen uso de las analÃticas. Esto ha dado al traste de que hoy en dÃa la liga sea extremadamente competitiva en el plano analÃtico y de que las ineficiencias a explotar sean cada vez más difÃciles de encontrar.
Pero esto no quiere decir que dichas ineficiencias no existan, ya que siempre habrá cabida para éstas en caso de desequilibrio de información, es decir, en aquellas situaciones donde no todos los equipos cuenten con la misma información sobre jugadores, scouteo o estrategias de juego,  o donde esta información no sea utilizada de manera óptima.
Quizás la mejor muestra de la explotación actual de una ineficiencia lo sea el  uso por algunos equipos del desplazamiento de la defensa tanto en el cuadro como en los jardines. Muchos dirán que esto no es algo nuevo ya que el denominado “infield shift†o “formación Budreau†fue utilizado por primera vez contra Cy Williams en la década de 1920 y más tarde contra Ted Williams por el manager Lou Budreau en 1946. Pero cabe resaltar que recientemente su uso ha pasado de ser exclusivo contra bateadores zurdo de poder, a ser utilizado contra todo aquel bateador que presente una tendencia de bateo hacia alguna zona especÃfica del terreno sin distinción de capacidad de poder o posición en la que se pare en la caja de bateo. Una muestra de la proliferación de su uso es que tanto en el 2010 como en el 2011, John Dewan contabilizó 1900 desplazamientos defensivos, y ya para el 2012, Dewan proyecta que esta suma se duplique alcanzando un total de 3,800.
Ahora bien, la defensa basada en el desplazamiento no ha sido el primer intento en la era sabermétrica de explotar una ineficiencia en el plano defensivo. Si nos remontamos a la temporada del 2010, recordaremos el esfuerzo realizado por los Marineros de Seattle de hacerse con la división Oeste de la Liga Americana conformando un equipo meramente defensivo, basándose en el hecho de que la defensa era un terreno poco explorado,  y por lo tanto representaba una ineficiencia por explotar. No hay que ir más allá de las posiciones de dicha temporada para darnos cuenta que la estrategia dejo muy mal parado al equipo de Seattle, el cual terminó de último en la división.
Si bien es cierto que los Marineros fracasaron en su intento de convertir en victorias su talento a la defensa, no podemos dejar de reconocer el hecho de que no estaban equivocados en cuanto a que la defensa representaba una ineficiencia. Pero su fracaso se debió primordialmente a que obviaron dos puntos fundamentales del juego: La ofensiva y el posicionamiento defensivo. El aspecto ofensivo es más que obvio ya que la obtención de victorias se logra mediante un equilibrio de ofensiva y defensiva, y quedó más que claro de que los Marineros del 2010 adolecÃan de la capacidad de producir carreras. Pero en cuanto al posicionamiento defensivo, los Marineros obviaron el hecho de que no se hace mucho con tener a jugadores con buen rango de alcance y buen desplazamiento, si los mismos no están bien posicionados previo a la consumación del turno. Esto es algo que mencionaba Bill James en su abstracto de 1977 cuando decÃa:
«â€¦el rango de fildeo de un jugador, el cual depende de su habilidad de moverse en dirección hacia la pelota después que es conectada, es considerablemente menos importante que su rango invisible de fildeo, el cual depende de posicionarse uno o dos pasos antes de que la bola sea conectada.»
Y es aquà donde radica la importancia del desplazamiento previo de la defensa; no es que la misma convierte a los jugadores en mejores a la defensiva, sino que los coloca en una mejor posición para realizar una jugada. Es asà como equipos como los Rayos de Tampa y los Azulejos de Toronto han mejorado considerablemente su defensa sin sacrificar su ofensiva como lo hiciera el equipo de Seattle en el 2010.
Esto no quiere decir que el desplazamiento defensivo sea el comienzo y el fin de los avances de la analÃtica en el aspecto defensivo, pero es un buen ejemplo de cómo se pueden explotar ciertas ineficiencias en el juego mediante la eficientización de recursos y el uso óptimo de la información con la que se cuenta.
Francisco Merejo es co-fundador de sabermetrico.com. Puedes seguirlo en twitter en @fcomerejo. Igualmente recuerda seguirnos en @sabermetrico y estar atento a nuevas publicaciones todos los Martes y Viernes.