Bert Blyleven al HOF- Sabermetría o los Mayas


En el día de ayer Cooperstown abrió sus puertas a dos nuevas glorias inmortales del béisbol, las cuales se preparan primero para una vida de elogios, autógrafos, entrevistas, ceremonias y condecoraciones y segundo para una eternidad de menciones de eruditos, comparaciones de entendidos y discusiones de borrachos. El sólo hecho de que el nombre de ambos sea acompañado de las iniciales HOF, hace que su fortuna personal crezca de manera exponencial (al igual que sus egos) y que sean recordados de por vida (es decir, hasta el 2012 si los Mayas penosamente tienen razón).

Uno de ellos fue Roberto Alomar, quien para la comunidad latina no necesita presentación alguna, y que su entrada al Salón de la Fama fue retrasada por una espinita moral que los votantes decidieron escupir en su primera aparición en la boleta. Robbie, un segunda base de bate alegre sin dudas merecía ser introducido en su primera aparición en la boleta. Su nombre se codea con los de Joe Morgan, Roger Hornsby y Ryne Sandberg y para finales de los 90s nadie dudaba de su seguro pase al Salón. Y es que para quienes leen esta humilde cadena de ideas, Alomar no necesita presentación, explicación o justificación, ya que a Robbie lo recordamos todos.Pero para el otro ganador del ticket de Willie Wonka, una simple presentación no es suficiente, ya que muchos de ustedes ni siquiera su apellido saben pronunciar. Blileve, Blileven, Bayviene. Ok, ya la mayoría sabe que es Blay-le-ven, pero porque lo escucharon ayer en ESPN. Y es que en el día de ayer Bert Blyleven alcanzó el mágico número del 75% de votos para unirse a hombres como Spahn, Koufax, Ryan y Seaver. Pero, de dónde salió este hombre y cuál fue su gran logro para unirse a esos grandes de la lomita y por qué duró tanto para ser reconocido? La verdad es que la respuesta no la sé, pero si quieren pueden entrar a Wikipedia. (Ven que vale la pena leernos).

Y todavía están ahí? Qué? Que en Wikipedia está en inglés? And you don’t speak Washington too? Ah bueno, les daré una mano pues, pero primero quiero que piensen en las cualidades que debe tener un lanzador con meritos de Salón de la Fama. Es más, les ayudaré:

Cuando ustedes piensan en un lanzador Salón de la Fama, piensan en un galardonado  múltiples veces por el premio Cy Young. También piensan en varias temporadas de 20 victorias o más. Tal vez piensen en 300 victorias. O tal vez piensen en efectividad de por vida por debajo de 3.00. Pensarán de seguro en el eterno Ace de la rotación y en un lanzador con 5 o 6 apariciones en juegos de estrellas. Bueno Blyleven nunca ganó un Cy Young, sólo ganó 20 juegos en una ocasión, fue elegido al juego de estrellas sólo en 2 ocasiones, o sea, menos veces que Benito Santiago (quien fue 5 veces), no ganó 300 juegos, y nunca fue considerado el gran Ace en las rotaciones que lanzó. Parece que quienes votan para el Salón de la Fama no piensan igual que ustedes, eh?! Bueno, debo decirles que hasta el 2007, más del 50% pensaba como ustedes. Peor aún, en 1998, cuando Blyleven apareció por primera vez en la boleta, sólo el 17.5% votó para su elección al Salón, y ese número descendió a un 14% en el próximo año. Tan reciente como el 2007, Blyleven se encontraba por debajo de la marca del 50% de los votantes. Muchos de ustedes entonces se preguntaran cuál fue la razón de este inesperado cambio de mentalidad de los votantes, y la respuesta no corresponde a un “cuál” si no a un “quién”. Su nombre es Rich Lederer, inversionista de profesión, blogger en su tiempo de vagancia. Este caballero comenzó a mediados de la década pasada a enviar a cada votante un panfleto con los motivos de por qué Blyleven debía ser elegido al Salón de la Fama. Esta campaña, la cual parecía poco productiva en un principio, se combinó con el auge de la sabermetría en el béisbol, dando a la postre a una revolución inesperada en las votaciones en cuanto a la persona de Blyeleven*.  El punto de Lederer básicamente era el siguiente: Blyleven tenía números sumamente comparables a lanzadores contemporáneos los cuales ya habían sido al Salón como los eran Sutton, Niekro, Palmer, Ryan y Seaver. Igualmente acumuló más de 3,000 ponches, ganó más de 250 partidos (con equipos mediocres, Ver, Hernández, Feliz 2010), y logrando superar la marca de 60 blanqueadas. Su ERA+ y cantidad de ponchados comparado con los de su época sólo es superada por Seaver y Palmer en la primera categoría y por Carlton y Ryan en la segunda.

En fin, la entrada de Blyleven al Salón de la Fama, complementada con el Cy Young de Félix Hernández, es una clara indicación de que el análisis del béisbol está cambiando y que cada día más se le está dando espacio al uso de la lógica y al pensamiento objetivo. O es eso, o los Mayas tenían razón.

*Apuesto a que no notaron el error. Recuerden Bly-le-ven.

Francisco Merejo es co-fundador de sabermetrico.com. Lo puedes seguir en su cuenta de twitter @fcomerejo.

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